Remolacha, altamente nutritiva

Remolachas
La
remolacha, un tubérculo u hortaliza de raíz sumamente apreciada en la dieta
: es
baja en calorías, estimula el apetito y es fácil de digerir. En forma cruda es
una excelente fuente de folato, ofrece un sabor tan dulce como el azúcar, y de
allí que guste tanto a los niños.

El
color rojo oscuro lo debe al pigmento betanina
y es frecuentemente utilizado
como colorante alimentario, como por ejemplo en algunas pastas, ñoquis o arroz.
Es recomendable adquirir las remolachas firmes, limpias, lisas y frescas, de
color rojo intenso
, sin manchas, húmedas y preferentemente del mismo tamaño
para lograr que su tiempo de cocción sea el mismo y de forma pareja. Además,
usted debe tomar en consideración que las remolachas pequeñas siempre resultarán
más tiernas. Una gran ventaja que ofrecen estos tubérculos es que se conservan
bien durante varias semanas en refrigeración.
Es
importante lavarlas perfectamente, pero sin dañar su pie
l, ya que las roturas
permitirán que el valor nutritivo o el color se desvanezcan. La cáscara se
retira fácilmente cuando estas ya están cocinadas. 
Enchiladas para la hora del recreo…
Existe
variedad de opciones para prepararlas
, de forma hervida u horneada. Esta última
logra concentrar su sabor, para lo que se envuelve en papel de aluminio y se
pincha para comprobar que esté cocinada. El tiempo de cocción será de una hora
aproximadamente, y será conveniente agregar una cucharadita de sal por libra de
remolachas.
Es
posible incluirlas de diversas maneras en la dieta
, de forma rallada en crudo
o  cocida en ensaladas o en sopas. Las hojas tiernas también se pueden
preparar envueltas en huevo o incluirlas crudas en ensaladas o licuados verdes,
preparados a base de vegetales de hoja o combinada con manzana, apio y
zanahoria o como una variante de vinagreta, para lo que se incorpora en
cuadritos pequeños a la misma. Asimismo es un ingrediente primordial del
encurtido tan comido en la Semana Santa en Guatemala.
 Además,
podrá aportar un toque de color en la decoración de platillos. Otro uso que se
le da es colocar hojas de remolacha en el fondo de la olla, para evitar que
pegue los alimentos. De manera, que con un poco de creatividad, la remolacha
siempre dará la posibilidad de utilizarla en la dieta.
Publicado: 21 marzo 2013,
por: Euda Morales  
Revisado: 11 abril 2014. 

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El terruño y la riqueza de sus productos. Columna Regaliz, Sección Vida, Siglo XXI

Hablar de la gastronomía de un lugar refiere a cada ingrediente que se produce en él, con sus particularidades que los hacen únicos por el entorno y el terruño en que se cultivan. Pero, ¿qué es el terruño? Es la tierra en sí misma, es el espacio de terreno que con sus características puntuales contribuye a producir ingredientes del lugar con las debidas singularidades, tomando en cuenta los factores climáticos, geográficos, humanos y comerciales, por mencionar algunos.
Es así como se cuenta con variedad de productos frescos y de temporada, como el loroco o los anacates, y hierbas como el chipilín, o bien el ichintal. En fin, la lista puede ser inmensa, pero cada uno de estos insumos tiene arraigado el lugar donde fue cultivado y lo hace único en un género. 
Lleva a incluir dichos productos en los platillos tradicionales de la cocina guatemalteca. Es así como puede seducir un recado, llamando así a las salsas espesas y abundantes que acompañan carnes y verduras, servidas en platos hondos o escudillas de barro. Las recetas tradicionales se preparan en casa en el ámbito familiar, pero son incluidas por los chefs profesionales para recrear platillos de la nueva cocina, de manera que los productos frescos de estación juegan un papel primordial e inspirador para sorprender con combinaciones únicas.
Esto podría incluir una pizza con loroco u hongos en perfecta combinación con las carnes o un lomito al anacate. Las opciones son sorprendentes, según la creatividad de los chefs. Se trata de utilizar ingredientes y preparaciones para mantener vivas las tradiciones culinarias y la esencia de la cocina local, pero cuidando elevar la calidad en cuanto a técnicas y presentaciones más estilizadas.
Lo que hace pensar que cada lugar tiene y ofrece su propia comida y qué es la expresión más directa.
Publicado por: Euda Morales. 26 agosto 2011.
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El placer de cocinar con flores

Flor de pito

Si nos remontamos en siglos  encontraremos el uso milenario de las flores en culturas como la romana, la griega o de la India, debido a que roporcionan un agradable sabor y aroma y hacen más atractivos distintos platos. En diversos países de Oriente, se usan desde tiempos antiquísimos las flores de rosa, del naranjo y el limón como condimento de deliciosos platillos.

La cocina guatemalteca a su vez ha incluido las flores dentro de sus preparaciones como opciones culinarias de gran arraigo principalmente en el interior del país. Resulta un ingrediente valioso como sustituto de la carne que es difícil adquirir por razones económicas; de manera que las hierbas y flores cubren una necesidad nutricional, aún desde antes de la llegada de los españoles.
Las flores comestibles más que un detalle de belleza para la vista, son  cuidadas y esperadas para recrear el paladar. Muchas de las mismas crecen de manera silvestre o con métodos naturales que las hacen aún más preciadas como alimentos saludables y amigables para el amiente.
Pero hablando de las flores en la gastronomía, éstas aportan matices de frescura y sabores inusuales que sorprenden al comensal.  Aunque se utilicen de forma decorativa, sus llamativos colores y los atractivos olores que desprenden sin duda alguna estimulan los sentidos.
Son muchas las flores que se emplean; desde los pétalos de rosa recién cortados, magnolia, jazmín, flores de azahar, de mejorana, violetas, la hierba luisa, capuchina, etc. En la cocina guatemalteca son utilizadas principalmente las flores de calabaza en sopas o rellenas, flor de pito que son unas vainas de color rojo muy vistoso, a las que se les quitan los pistilos para agregarse a los guisados o frijoles; la flor de izote envuelta en huevo o flor de güisquil en sopas o salsas, la flor de manzanilla para infusiones o la rosa de Jamaica para preparar frescos, entre otras.
Las formas de preparar  las flores son variadas, como en sopas, envueltas en huevo, rellenas, guisadas, en encurtidos y un sin fin de variantes, según la creatividad de quien cocina.
Eso sí al cocinar con flores. Se debe saber elegirlas muy bien,  tener muy claro que no todas las flores se pueden comer. Las hay comestibles y también tóxicas. Considere que las flores de la floristería no son indicadas ya que para mantenerlas frescas suelen añadir al agua conservantes que resultan tóxicos para la salud.
A su vez, resulta conveniente seguir unas normas culinarias, tal y como se hace con el resto de los alimentos: inicialmente consultar con un experto en el tema si en caso se duda que sea una flor  comestible, procurar que las flores realcen el sabor del alimento principal y que no lo enmascaren. Lave las flores con sumo cuidado en agua fresca, sin arrugar los pétalos. Es importante eliminar los estambres, los pistilos y la base blanca de los pétalos para evitar que den un gusto ligeramente amargo.
Sin más, recorra los mercados y disfrute de comprar flores de temporada para preparar deliciosos platillos en casa.

Actualizado. 19 marzo 2013

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