La sal es indispensable para sazonar las comidas y en su justa medida se apreciará y aprovechará de mejor manera.
Se considera un condimento básico para dar ese gusto agradable, pero también es un medio de conservación de algunos alimentos. Es una sustancia inodora, compuesta de cloruro y de sodio. Es de color blanco, gris o rosada según su tipo.
Nutricionalmente, la sal es una sustancia necesaria para el organismo pero en una cantidad de 5 g por día. Si se excede puede provocar hipertensión o presión alta. Asimismo, la yodación de la sal puede compensar la falta de yodo en los alimentos.
Hay variedades de sal como la sal marina que se obtiene de la evaporación de las salinas o la sal gema o mineral que se obtiene de las minas y es más insípida. Su presentación va desde la sal gorda para cocinar pescado o pollo, la sal de cocina más fina y la sal de mesa consiste en unas granulaciones pequeñas y densas. Este tipo de sal se disuelve lentamente y es difícil de mezclar por lo que se recomienda evitarla en las cocciones. La carne que se sazona con este tipo de sal requiere más sodio para cubrir su superficie que si utiliza sal de cocina por sus granos más grandes, agrega menos sodio al plato terminado.
Otro ejemplo es la a sal del Himalaya que se obtiene de una mina en Pakistán, no es refinada, tiene con un alto contenido de cloruro de sodio y algunos minerales. Es de color rosado, se apreciara principalmente su sabor si se adiciona al final de la cocción.
Salar responde a adicionar sal a las preparaciones culinarias para realzar su sabor. Añada la sal de a poco, siempre podrá agregar más para dar el sabor deseado, pero si agrega demás, será difícil contrarrestar ese desagradable sabor salado. Por tanto, siempre pruebe la comida antes de salar.
Además considere que la sal estará más pronunciada en los alimentos fríos y tome en cuenta que ciertas comidas son saladas por naturaleza como las anchoas, las alcaparras, el queso parmesano, pepinillos o aceitunas, entre otros, por lo que deberá salar las comidas con precaución.
Algunos consejos a la hora de sazonar: agregue la sal cuando el agua esté hirviendo, de lo contrario si la agrega desde el principio tardará más en hervir. Cuando reduzca una salsa, cuide de agregar la sal hasta el final de la cocción porque podría sobre salarse. Las carnes y aves a la parrilla o a la plancha deberá salarlas hasta que estén cocinadas para evitar que pierdan sus jugos.
Al preparar un cocido o caldo de res, retire la espuma que se acumula en la superficie, posteriormente sale. También recuerde adicionar una pizca de sal a las preparaciones dulces.
La conservación de la sal es importante, guarde en recipientes herméticos para protegerla de la humedad.
De manera que utilice la sal en sus comidas, pero podrá disminuirla, si condimenta con especias o hierbas aromáticas.