Las acelgas sencillas y valoradas para crear infinidad de platillos que van más allá de la cocina tradicional.
Al momento de seleccionar las acelgas, prefiera las que lucen frescas, tienen los tallos firmes y crujientes, las hojas tiernas pero tersas y son de color verde intenso. Consuma en breve para que sus nutrientes estén en su mejor momento.
Antes de prepararlas lávelas bien ya que podrían tener restos de tierra. Además, si son fibrosas retire estas fibras como si fueran hilos ya que resultarían molestas a la hora de comerlas.
Al cocinar también incluya los tallos, unos son blancos o rojos pero prepare como si fueran apio, cortados o enteros, para evitar que se ennegrezcan, cocine en agua acidulada por medio de unas gotas de limón o vinagre.
Si cocina tanto los tallos como las hojas, agregue primero los tallos cortados y posteriormente las hojas ya que éstas se cocinan en menos tiempo con el objetivo de lograr que ambos queden al dente.
Incluya en otras preparaciones o sirva bañados de una salsa cremosa o una vinagreta. Mientras que las hojas se preparan de igual manera que las espinacas, con huevo, en jugos con otros vegetales como zanahoria, apio, pepino o frutas como manzana o piña, entre otros. Como sustituto de la lechuga en las ensaladas y combinadas con otros ingredientes como zanahoria, frijol, garbanzos, etc. Asimismo, van bien como relleno de tartas o carnes o aves donde además de sabor, aportan textura y humedad a las mismas.
Los métodos de cocción recomendados son al vapor o en guisos con cebolla y tomate, o salteada para lo que un wok ayudará bastante para preparar platillos ligeros, simplemente perfumados con pocas especias o unas gotas de salsa soya. El wok por su base redondeada permite cocinar a temperaturas altas, parejas y en poco tiempo, con la ventaja adicional que requiere de poca grasa. Entonces, el primer paso será calentar el wok, verter el aceite en mínima cantidad y luego la acelga cortada.
Otra manera será cocinar la acelga a fuego lento en un sartén, para lo que se agrega el agua necesaria para que las cubra perfectamente. Adicione primero los tallos gruesos o las hojas con nervios gruesos, luego el resto de hojas y estarán listos en un unos minutos.
Para conservarlas de mejor manera, refrigere por un par de días o congele hasta por un año. Primero se lavan bien, luego se blanquean en agua hirviendo durante 2 a 3 minutos. Se enfría en un balo de hielo, se empacan en bolsas herméticas para congelar, se les extrae el aire y se congelan
Su valor nutricional es alto, ya que contienen vitamina C, vitamina A importante por sus propiedades antioxidantes, magnesio y potasio. Contiene grandes cantidades de folatos útiles en la formación de anticuerpos del sistema inmunitario.
Cada vez, son más apreciadas las hortalizas de hoja por su contenido nutricional y su versatilidad en la cocina en platos sencillos pero a la vez creativos, e incluso sin proteínas animales para realzar el consumo de vegetales.