La manera de preparar y cocinar la carne permitirá que se aproveche mejor su valor nutricional.
La carne ocupa un lugar primordial en el menú como ingrediente básico acompañado de sus guarniciones como vegetales y carbohidratos, pero la calidad de la carne dependerá del animal que proviene, nivel de grasa, edad, sexo y su alimentación que se reflejará en el sabor.
Pero, ¿cómo se puede seleccionar mejor la carne? Una buena opción es preferir la carne magra o eliminarle en su totalidad la grasa y prepararla con el método adecuado según el corte, ya que cada pieza de carne requiere de un método de cocción diferente.
Por tanto hay que prestar atención al método de cocción según la calidad, asimismo la forma de presentar y las guarniciones que la acompañan juegan un papel relevante.
Entonces, generalmente los cortes más económicos quedan mejor con los métodos de calor húmedo como el hervido o el escalfado, mientras que para las costillas, puyaso o lomito podrá prepararlos a la parrilla, pero evite la sobre cocción para evitar que se queme aunque sea en mínima, ya que podría estimular la producción de sustancias carcinógenas.
El lomito queda muy bien a la plancha o al horno. Cuando prepare la carne en trozo, deje reposar después de cocinada durante unos diez minutos para que sus jugos se repartan uniformemente. Luego procesa a cortar en rodajas o lascas delgadas y sirva inmediatamente.
Los guisados como un método de cocción lento es indicado para las piezas duras pero que se ablandaran durante el cocimiento.
Asimismo, preste atención a los condimentos y forma de agregarlos a las carnes. La sal se recomienda agregarla al final de la preparación, ya que la misma produce humedad si se adiciona al principio, por el contrario esos jugos se mantendrán si se sazona al final. La pimienta también se agregará al final para evitar que la amargue.
Otro tipo de carne es la ternera que es una cría de vaca de no más de un año de vida. Generalmente son terneros ya que la hembras se reservan para la producción lechera. Esta carne es bastante tierna y magra, aunque mientras se cocina tiende a resecarse por lo que se recomienda mientras se cocina, rociarla varias veces con su propio jugo de cocción.
La conservación de la carne también es muy importante por lo que deberá estar refrigerada o congelada.
El valor nutricional de la carne es alto ya que es una fuente rica en hierro, cinc y vitamina B. La carne vacuna se considera rica en grasas saturadas, pero como se menciono anteriormente existe la posibilidad de emplear las carnes magras que pueden estar libres de grasas en porcentajes altos hasta del 95%. Con esto resulta menor el riesgo que la carne vacuna aumente los niveles de colesterol en la sangre.
La carne es indispensable en la dieta pero se puede disminuir el consumo diario o en porciones más pequeñas y alterne con otras proteínas como el pescado.
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