El güicoy, calabaza o zapallo como también se le conoce, ofrece un sabor y aroma dulce que lo convierte en un ingrediente ideal en la cocina.
Su sabor tiene una mezcla de suavidad e intensidad por lo que va bien con condimentos como albahaca fresca, nuez moscada, pimienta blanca o jengibre si se prepara salado o con canela, coco rallado o vainilla para los postres.
Para cocinar el güicoy, lave, corte en cubos con su piel y retire las semillas. Podrá hervirlo, cocinarlo al vapor o incluso en el horno. Posteriormente retire su piel y prepare a su gusto.
Se aprovecha en la cocina de diversas maneras: en sopas o cremas, purés, gratinados, salsas o como relleno de pastas. Se prepara combinado con otras verduras en un cocido por ejemplo o simplemente como un acompañante de otras comidas o como plato fuerte con un sofrito de tomate, cebolla, chile pimiento y apio.
Como sugerencia se puede utilizar el güicoy entero y servir en el mismo una sopa o crema para que luzca muy atractivo. Se hornea untado con un poco de aceite, ya cocinado, se le corta una tapa, se extrae su pulpa y semillas para llenarlo con la preparación.
Pero va más allá de la cocina salada para ser también empleado en algunos postres como un puré endulzado con azúcar morena y combinado con pasas o nueces o almendras y espolvoreado con canela. En su sencillez se muestra agradable al paladar y dará un gusto al final de una comida.
Nutricionalmente, es una buena fuente de beta carotenos que el organismo convierte en vitamina A. También es rico en vitamina E y otra de sus ventajas es que se digiere fácilmente.
En esta ocasión les comparto una deliciosa y sencilla receta de flan de güicoy como una variante del flan tradicional.
Se prepara en pocos pasos, para lo que necesitamos los siguientes ingredientes:
- 1 ½ taza de puré de güicoy
- 1 ½ taza de azúcar
- ½ taza de agua
- 1 lata de leche condensada
- 1 lata de leche evaporada
- 6 huevos
- 1 cucharadita de vainilla
Para su preparación:
Cocine el güicoy para hacerlo puré.
Precaliente el horno a 350º Fahrenheit.
Mientras tanto, podrá iniciar a preparar el caramelo para que el flan tenga ese gusto y sabor esperado.
Caliente en un sartén de teflón el azúcar, añada el agua hasta lograr una mezcla ligeramente espesa y dorada. Se debe cuidar que no se oscurezca porque podría tener un sabor más bien amargo.
Al estar listo, se vierte el caramelo al molde o flanera que se usará para cocinar el flan. La idea es que cuando se desmolde, el caramelo bañe al flan.
Mezcle con un fuete o con un tenedor la leche condensada, la leche evaporada, los huevos y la vainilla. Cuando estén perfectamente incorporados, adicione el puré de güicoy y mezcle perfectamente.
Vierta sobre el caramelo que deberá ya estar ligeramente frío.
Tape con papel de aluminio y hornee a baño de maría o sobre una fuente con agua, durante una hora aproximadamente.
Destape e introduzca un cuchillo para comprobar que salga limpio o por el contrario deje en el horno unos minutos más.
Retire del horno, deje enfriar y refrigere por 3 horas antes de desmoldarlo. De lo contrario podría no salir entero.