Por su alto valor nutritivo, el brócoli es una verdura que debería ser infaltable en la dieta. Además, resulta versátil en las comidas.
Al igual que la coliflor y el repollo, el brócoli pertenece a la familia de las crucíferas. Tiene un sabor amargo, similar a la mostaza y, aunque pareciera muy fuerte para algunos, bien vale la pena acostumbrarse a su gusto.
Siempre seleccione el brócoli que esté compacto, con sus tallos enteros y sea de tono verde. Mientras más intenso sea su color, más nutritivo será, por lo que debe evitar los que estén amarillentos. Una manera de comprobar su frescura será la facilidad con la que se pueden cortar sus tallos.
Antes de preparar el brócoli, lave perfectamente y enjuague en un colador bajo el chorro de agua. Las formas de cocinarlo son diversas: al vapor, hervido, salteado o combinado con otros vegetales. Tome en consideración que al hervirlo, perderá parte de su contenido de vitamina C y si se cocina al vapor lucirá más oscuro.
Cocinarlo al vapor toma unos 10 minutos y en agua hirviendo con sal, de 3 a 5 minutos. El agua deberá ser suficiente para cubrir sus florecitas. Al hervir, agregue la sal y deje caer el brócoli, luego retire y escurra, pero guarde el líquido de cocción como base para una sopa. Posteriormente, refresque las flores en agua fría para detener la cocción.
Para saltearlo, caliente el sartén, añada el aceite y, al estar caliente, incorpore las florecitas. Cocine brevemente para que conserve su colorido y quede crujiente. Para evitar su olor mientras se cocina, vierta unas gotas de limón o vinagre al agua de la cocción.
El brócoli va bien con una salsa bechamel o una vinagreta. También se emplea en sopas, en las que podrá usar principalmente los tallos. Esta verdura, además, se incluye en ensaladas, escabeches, tortitas, pies y panes, y puede dar un gusto especial a la pasta. En el desayuno, puede combinarse con huevos.
Este ingrediente le ayudará a aportarle un gusto diferente al arroz tradicional y o crear el arroz con brócoli. Para esto, debe sofreír cebolla y chile pimiento picado, agregar brócoli rallado, condimentar con sal y pimienta y cocinarlo de forma breve. Es una apuesta innovadora, nutritiva y deliciosa.
El brócoli crudo puede guardarse en refrigeración, y sin lavar, pero debe procurar usarlo lo más pronto posible. Para conservarlo por más tiempo también podrá recurrir a la congelación. Para esto deberá separar los ramilletes, limpiar y escaldar brevemente en agua hirviendo. Luego deje enfriar y congele dentro de recipientes herméticos.
Nutricionalmente, el brócoli es muy rico en fitonutrientes. Contiene hierro, betacarotenos (especialmente sus flores), vitamina C y E, y calcio. Lo más recomendable es consumirlos 2 o 3 veces por semana, para mejorar los niveles de hierro en el organismo, aunque su desventaja es que pueden provocar flatulencia.
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